sábado, 26 de mayo de 2012

Debilidad

Me encantaría que esta entrada empezara con un "he perdido X kilos más" y que tuviese otro título. Pero si lo tuviera sería engañarme a mí misma, y si precisamente me he creado este blog, es para ser totalmente sincera.

Comenté en una de mis entradas que era adicta a la comida, y era la primera vez que lo exponía de esta manera, así que en cierta manera me ayudó a concienciarme y a emprender este nuevo camino una vez más, pero con la intención de ser la última, pues estaba dispuesta a terminarlo. Esta vez sí.
Pero a raíz de la primera semana... sinceramente no sé qué excusa dar, porque no la sé, pero me volví a refugiar en la comida. No de pegarme atracones, pero sí volver a caer en cosas... que creía que ya tenía superadas, y que era fuerte. Pero no, me sigo dando cuenta que la debilidad está ahí. ¿Y sabéis qué? en realidad no hago nada para evitarlo o solucionarlo, me dedico a estar en modo vegetación, sin otra cosa más que hacer que dar vueltas a mis problemas sin mover un dedo para evitarlos, y lamentando mis debilidades, una y otra vez...  

¿Qué me pasa? ¿Por qué he vuelto a caer en el mismo error por vigésima quinta vez? ¿Qué demonios estoy haciendo con mi vida, y mi juventud? ¿Por qué soy tan débil?
Debería valerme el simple hecho de tenerme en cuenta, y de quererme a mí misma. Pero si ni siquiera me siento así, ¿qué me queda?



sábado, 19 de mayo de 2012

Qué hago para adelgazar


Hace tiempo escribí una entrada, en la que fui algo drástica. Y era que la única solución para adelgazar, era cerrar la boca. Y en realidad no es algo erróneo, quiero decir, si no comes, obviamente adelgazas. Pero hoy quiero especificar aún más esa idea, no queriendo mostrarme a favor de la anorexia o bulimia, sino de la vida sana.


 
Hubo una etapa de mi vida, alrededor de los doce años, que conseguí adelgazar unos 20 kilos y quedarme en un peso adecuado en el que me sentía bien. ¿Cómo lo conseguí? Bueno, en aquella etapa me comía lo que mis padres me ponían en la mesa, así que en cierta manera no tenía la libertad que tengo ahora, pero básicamente contaba las calorías (Luego volví a engordar todo lo que adelgacé, porque pensaba que una vez llegado a mi peso si volvía a darme atracones no iba a engordar… Bendita inocencia). Y, es lo que sigo haciendo ahora. Cuento calorías. Puede que no sea lo más sano del mundo, pero a mí me funciona. Puedo perfectamente comer pizza varias veces a la semana, y adelgazar, por poner un ejemplo.




Yo suelo administrarme una cantidad de Kcal por día. Es decir, puede que lo más adecuado según mi último dietista, es unas 1800kcal al día. (A mí me pareció una burrada), así que me pongo unas 1000kcal de tope al día (en cuanto a comidas principales), y las reparto de la forma que quiera, comiendo lo que quiera, a lo largo del mismo (300kcal para desayunar, 400kcal para comer, 300kcal para cenar, por ejemplo). Y entre comidas alguna fruta, zumos, barritas energéticas…  ¿Y por qué me parece una burrada 1800kcal? porque tampoco quiero tirarme cinco años para poder adelgazar todo lo que quisiera. Prefiero incluso quizás, hacerlo mal, adelgazar en un año, y después curar. En este caso, mejor curar que prevenir (pero eso sí, con la cabeza sobre los hombros). Y confieso que pienso de esta manera porque la idea de tirarnos tanto tiempo con un problema entre las manos para gente como yo, hace que ni siquiera nos planteemos la posibilidad de empezar.

¿Ejercicio?

Aquí pasa una cosa. Aquella vez que perdí 20 kilos, ni estaba apuntada a un gimnasio, ni me ponía a correr dos horas cada mañana. Si mal no recuerdo, andaba alrededor de una hora cada dos/tres días a paso rápido. Pero poco más…
La cantidad de Kcal que pierdas juega a tu favor, y es más alta, si haces ejercicio. Esto es lógica. Yo soy muy perezosa, por lo tanto apenas muevo un dedo. ¿Pero por qué? Porque tengo facilidad para adelgazar con el simple hecho de jugar con la comida. Haciendo una buena dieta, pierdo peso. Por lo tanto la idea de amargarme corriendo o derivados, no me llama demasiado la atención... Pero sé que debería, porque no solo es perder peso, es ponerse firme, y eso la comida no lo puede hacer.
Hoy por hoy no sigo ningún ritmo de ejercicios ni nada extremadamente espectacular. Pero quiero empezar a hacer ejercicio mediante youtube. Hay muchísimos vídeos dedicados a rutinas diarias que pueden ayudarte muchísimo si tampoco te sientes preparada para pisar un gimnasio. Si os apetece, puedo recaudar unos cuantos en una próxima entrada.




Y lo dicho. Esta es mi opinión. Tampoco la recomendaría, porque voy un poco a lo loco aunque tenga resultados. Pero estoy ya pelada en cuanto a dietistas y endocrinos se refiere. Si tú no lo estás, o acabas de empezar, o no tienes ni idea de qué hacer, te recomiendo ir a uno. Aunque a mí no me han terminado convenciendo (con el último conseguí perder 10kcal en dos meses, los cuales sigo manteniendo), te animan cuando te estancas y es una motivación para ti misma el que tengas que ir a pesarte cada semana.

jueves, 17 de mayo de 2012

¡Interactúa conmigo!

Hola queridos lectores/as.
Sé que estáis ahí porque recibo las visitas (ya lo dije anteriormente), ¡pero me gustaría que hablárais conmigo! Es un poco triste escribir entradas pensando que os pueden interesar y no recibir respuesta, ni positiva ni negativa. He puesto en la derecha del blog, una encuesta por si los más tímidos/as prefieren seguir manteniéndose como lector anónimo/a y simplemente no le apetece escribir un comentario. Pero si os place y os hace, podéis escribirme uno y decirme vuestro caso, cómo os sentís, y si os gustaría que hablara de algún tema en concreto o... ¡simplemente lo que queráis!
Podéis escribirme en cualquier entrada, o aquí mismo. No necesariamente tenéis que tener cuenta de blogger, he puesto la opción de escribir en anónimo. Así que cualquier comentario (confesión) será bien recibido, ¡anímate!


 
 
Y recordad, que para quien esté intentando cambiar su vida a mejor, como yo, y pretenda tener el cuerpo que siempre ha querido (una vez leí "quiero adelgazar, me gustaría saber cómo es mi cuerpo de verdad")... ¡hay que ser fuertes! Aquí va un poco de inspiración:






"La mejor sensación es ser capaz de lograr algo que los demás creían que no podías."

domingo, 13 de mayo de 2012

Primera semana: -3kg

"Es hora de pensar en ti, como la persona que quieres llegar a ser."


Y... hoy concluye mi primera semana de mi dieta definitiva. Aunque no han sido siete días, más bien cinco, pues empecé el Lunes y me pesé el Sábado por la mañana.
Tampoco he hecho una dieta perfecta (en cuanto a verdura y fruta se refiere), ni he hecho mucho ejercicio, por no decir nada. Pero el resultado de esta primera semana ha sido -3kg.
¿Mi meta para la semana que viene? Meter más alimentos sanos en mis menús, y hacer un poco de ejercicio. En definitiva, mi meta para la semana que viene tiene que ser perder mínimo otros 3kg. 
Y tengo la sensación... de que lo voy a lograr.

viernes, 11 de mayo de 2012

Es posible

"Puedes ser capaz, y conseguir todo lo que quieras, si estás dispuesto a dejar de creer lo contrario."

 Fotos de antes y después de gente que ha creido fielmente en esta teoría, y ha conseguido adelgazar hasta alcanzar su meta: la felicidad.  
Si ellas lo han hecho, ¿por qué tú no?
























"Si comes lo que siempre has comido, pesarás lo que siempre has pesado."

miércoles, 9 de mayo de 2012

Hipocresía




 Si todo el mundo volviese a nacer por un momento, y nuestro cerebro se reseteara, ¿nos importarían muchos de los prejuicios que existen hoy en día? ¿Me importaría si el de enfrente tiene gafas y pecas? ¿Si la de mi derecha tiene chepa y cojea al andar? ¿La gente seguiría excluyendo a los que son diferentes? ¿Los diferentes acaso, seguirían siéndolo?

Me estoy dando cuenta, que hoy en día, por mucho que la gente se empeñe en negarlo, o en excusarse, solo sobreviven los que son iguales a la gran mayoría que invade este planeta. Si no quieres que te miren por encima del hombro; estás obligado a vestir como ellos, pensar como ellos, y actuar como ellos. Y eso conlleva una estatura “normal”, un peso “normal”, y una apariencia física “normal”. ¿Qué es normal? Normal es lo que abunda.

Me pregunto si muchas de las personas que queremos adelgazar hoy en día, en ese mundo hipotético en el que he invitado a que penséis al principio de la entrada, seguiríamos queriendo hacerlo. ¿Nos importaría lo que opinasen los demás si en el fondo no pensasen nada malo de nosotros? Si a la sociedad le diese verdaderamente igual cómo seas, y lo que peses, ¿querrías cambiar? ¿Para qué, no?

En el fondo me siento presionada a cambiar mi modo de vida, porque obviamente no me siento bien. ¿Y por qué pienso que voy a ser feliz adelgazando todo lo que tengo que adelgazar? Por muchas de las razones que escribí en la entrada anterior; para que te dejen de juzgar, para poder comprarte ropa de tu talla, para relacionarte sin temer una mala mirada, sonreír sin miedo… Y en realidad, no es más que querer encajar en este mundo hecho a medida, ser uno más del rebaño. Para poder pastar por el prado, sin llamar la atención. Porque si la llamas, es para mal.

Tengo muchos ejemplos de mi vida que corroboran mi teoría. El mundo entero es hipócrita. La gente que te rodea lo es. Tus amigas pueden decirte lo contrario, pero notas cuándo cuentan contigo para unas cosas, y para otras no. Al igual que gente desconocida se te acercaría o no depende de cómo fueses. ¿Por qué te excluyen? ¿Porque estás gorda? Parece ser que sí. Por vergüenza quizás. Pero luego está muy bien ir de tolerantes y expresar lo contrario.

Tampoco estoy segura de cómo explicarlo, pero cualquiera que esté en mi misma situación, es bastante probable que sepa de lo que hablo. Simplemente hay prejuicios. Prejuicios que tienes hasta tú misma, porque la sociedad así ha dictado que funcione el mundo. 

Y me apena pensar que no exista nada real, tan solo una apariencia y una superficialidad colectiva.

martes, 8 de mayo de 2012

35 razones para perder peso






1. Comprar ropa que siempre has querido.
2. Dejar de odiarte.
3. Sentirte sexy.
4. Sacarte fotos con más confianza sin necesidad de esconder parte de tu cuerpo.
5. Sentirte atractiva ante ojos ajenos.



No es solo perder peso, es ganar confianza también. No es reducir tallas, es crecer en fuerza.


6. Ganar confianza.
7. Hacerte un piercing en el ombligo.
8. Ponerte un vestido corto.
9. Ser ágil.
10. Bailar sin sentirte ridícula.



¿Sabes qué es mejor que comer esa cosa que has querido comer desde hace días? Perder ese peso que has querido quitarte de encima desde hace años.





11. No temer al verano a causa de usar menos ropa, y por lo tanto, enseñar más.
12. Amar la piscina y la playa otra vez.
13. Dejar de sentirte insegura comiendo delante de alguien.
14. Dejar de ser la "amiga-gorda".
15. Que te dejen de doler partes de tu cuerpo a causa del peso que sostienen.



Hazlo hoy, o te arrepentirás mañana.





16. Llamar su atención.
17. Entrar a la tienda de ropa que te gusta sin preocuparte si habrá de tu talla o no.
18. Verte bien aún llevando un simple chandal.
19. Tener una gran variedad de ropa que te gusta en tu armario.
20. Poder vivir relaciones en vez de dar consejo sobre ellas.



Dentro de un año, este mismo día, habrás deseado que hubieras empezado hoy.
 

21. No temer al insulto fácil cuando discutes con alguien (Gorda).
22. Sentirse bien con cualquier cosa puesta, o con nada.
23. No tener miedo a ponerte un bikini en público.
24. Tener vida social.
25. No sentir vergüenza al realizar actividad física con gente.



Va a merecer la pena cuando llegues al final, no te rindas.





26. Entrar en esos pantalones cortos.
27. Querer salir de casa en vez de encerrarte en tu cuarto para que no te vean.
28. Dejar de soñar cómo serías sin todos esos kilos de más, y poder vivirlo de una vez.
29. Por un vientre firme.
30. Caminar por un sitio lleno de gente con confianza. 



Puedes perder peso. Puedes ser esa chica. Estar delgada no es un sueño inalcanzable. Honestamente, la única cosa que te frena, eres tú misma.


31. Que tu única inspiración seas .
32. Que tu belleza sea mostrada en el exterior también.
33. Demostrarle a todos los chicos que un día te rechazaron, que eres mejor que ellos.
34. Sentirte orgullosa de ti.
35. Sentirte orgullosa de tu reflejo en el espejo.



lunes, 7 de mayo de 2012

Concienciada

¿Debemos confiar en que seremos capaces de flotar en el agua sin haberse metido aún en el mar?

Mañana comienzo el primer día del resto de mi vida. Y no hay vuelta atrás. Confio en mí, y en mi nuevo futuro-yo.

Thinspiration:



"No te creas las cosas malas que te dices por la noche, cada vez que termina el día. Tú eres tu propio peor enemigo."


sábado, 5 de mayo de 2012

Adicción





Hace unos días hablaba de que me había cuestionado si era adicta a la comida.

Probablemente, tú hayas sido de esas personas, que como yo, ha estado la mayor parte de su existencia con una obesidad bastante perceptible y evidente. Por lo tanto, prácticamente es lo único que conocemos. El estar así. El sentirnos mal; derrotados. ¿De qué somos capaces… si ni siquiera tenemos la capacidad para controlar nuestra propia vida?

Todo gira en torno a la comida. Cuando haces algo bien, solo piensas en una recompensa gastronómica. Cuando haces algo mal, algo de comida para compensar… Comida. Si estás triste; comida. Si estás feliz; comida. Si estás aburrida; comida. Todo es comida. Incluso llegas al punto de esconder comida en casa para solo poder comértela tú.

“Por hoy no pasa nada”, “Por un día…”, “Qué más da pasarse hoy, un día más uno menos…” dices mientras te dispones a degustar un delicioso manjar que en esos momentos, nubla cualquier rincón de tu razonamiento y fortaleza. Eres débil, porque te rindes a un trozo de comida para llenar ese rincón vacío de tu estómago. A veces ni siquiera tienes ese rincón, simplemente va más allá de la gula; es por esa sensación de que estás llenando tu cuerpo continuamente, como si fueran sentimientos, y por lo tanto, te sientes bien. Aunque en el fondo, eres consciente de más, que tan solo es una ilusión. De la cual eres cómplice para engañar a tu propio cerebro de que lo que haces está “bien”, y que no hay nada de malo en ello. Pero luego te sientes mal… porque tras llenar ese vacío, es como si pensaras con más “claridad”, y definitivamente admitieras tu error, llevándote a la culpa y la tortura de saber que aparte de la grasa innecesaria que tienes abordando tu atormentado cuerpo, le añades más.

Y entonces te paras a pensar, en porqué lo haces, el porqué tienes esa necesidad de estar llenando continuamente tu estómago (a veces por hambre, y otras en vano) sin parar, aunque sepas que luego será ese interminable ciclo sin fin lleno de culpa y remordimientos. De que sabes que, “venga, la dieta la empiezo mañana” no es verdad. Porque si te ponen un plato de tu comida favorita en la mesa el día que hayas decidido empezarla, volverás a aplazarla, porque no vas a ser capaz de controlar la situación.

Y es que cuanto más duele, más necesitas. Estás enferma, y en vez de poner el remedio adecuado, te tomas la dosis errónea de medicación, la cual es más fácil, cómoda, y rápida para hacerte sentir bien momentáneamente, pero te hace volver a empezar desde el principio tras su efecto. Pues no has avanzado en tu causa.

Parece que tenemos miedo a admitir nuestras adicciones (la mayoría de las personas ni siquiera son conscientes de ellas), pero no deja de ser algo malo. Y tanto el que fuma tabaco, como el que toma drogas, juega en el mismo bando de la autodestrucción de su persona.

Yo soy adicta a la comida. Sé que tengo un problema. Sé qué tengo que hacer para solucionarlo. Pero la primera etapa de desintoxicación siempre es la más dura de empezar y mantener. Y a veces no porque te falte fuerza, sino por el miedo a prescindir de algo que absorbe tu vida de manera que sin ella, no te quede nada.

jueves, 3 de mayo de 2012

Engañarse

"Las personas atrapadas en vidas miserables siempre piensan escapar. Pocos lo hacen en verdad. Es más fácil cerrar los ojos y pretender que la miseria no existe."
 

Bradshaw

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