lunes, 16 de diciembre de 2013

Catfish - Nick & Melissa

No sé si hay muchos fans de este programa por aquí, pero en cuanto vi este capítulo supe que tenía que hacer una entrada al respecto.
Para los que estén ya familiarizados con Catfish, sabrán que trata de relaciones cibernéticas que en su mayor parte desembocan en fraude; pues el protagonista en cuestión del capítulo, acaba descubriendo mayormente que la persona con la que ha estado hablando todo ese tiempo, no es quien dice ser. ¿Y quién resulta ser, bajo fotos de otras personas más atractivas? Hay de todo, pero mayormente; gente obesa con miedo al rechazo.




Este capítulo me resultó bastante divertido por lo hipócrita que puede resultar cierta gente, y en este caso; un tío.
Estamos ante el caso de este ser humano, que lleva hablando con una chica desde hace más de 6 años y por la que siente algo más que una amistad. Pero, tal y como la temática del programa dicta; nunca se han visto antes porque el catfish en cuestión no quiere quedar. Obviamente se destaparía toda la mentira sobre su aspecto real físico.




Pues bien, Nev & Max (presentadores del programa), deciden aceptar el caso y como es habitual en ellos; hacer su pequeña investigación personal. No tardan mucho en descubrir que, aunque la chica en cuestión sea la de las fotos, esconde un detalle importante bajo todas esas favorecedoras perspectivas y filtros de instagram... Está gorda.






El protagonista en cuestión, al descubrir qué cuerpo tiene la chica por la que siente algo más que una amistad; deja aparcados sus comentarios de enamorado y de que para él ella lo es todo, para dar paso a otros de cuestionable contenido como que no sabe si el que esté obesa, será algo que le frene o le afecte a corto/largo plazo. Y yo me pregunto... Chico, ¿tú te has mirado al espejo?




Y aquí abro el debate eterno que me cabrea y me repatea en lo más profundo de mi interna alma. ¿Por qué, por qué las películas se empeñan en remarcar año tras año que da igual si eres gordo, feo, pardillo y poco higiénico mientras seas hombre, porque acabarás encontrando a la típica tía cañón con CI -0 que te aceptará tal y como eres porque, oh, la belleza está en el interior? ¿¡Dónde están las películas que se encarguen de remarcar esta burda idea a la inversa?! ¿Alguien lo sabe? Yo sigo intentando encontrarlas, sin que sea la típica comedia que lejos de concienciar a la sociedad, remarca aún más la burla contra la mujer obesa.

Mundo hipócrita... oh, mundo hipócrita. Qué bello eres, pero no internamente.


martes, 3 de diciembre de 2013

Mudando de piel


Parecía imposible que mi modus operandi finalmente pudiera cambiar. El estilo de vida que he llevado desde los... ¿9 años? por fin ha tomado el atajo que siempre ha querido tomar y que jamás ha tenido la suficiente fuerza de voluntad como para decidirse a hacerlo. 

Me hallo en 88kg en este punto del día. Y aunque en el fondo sigo teniendo esa pequeña obsesión por perder peso (como bien contaba en mi última entrada), ya no considero semana perdida el que me pese un domingo y pese lo mismo que el domingo anterior. Hay semanas que literalmente no pierdo nada, e incluso hay algunas que gano algún que otro gramo. Y si bien anteriormente esto hubiera sido motivo para que, cegada por mi frustración, hubiera ido a "llorar las penas" comiendo 500gr de pasta con extra de queso mientras me preguntaba que por qué no adelgazaba; hoy en día simplemente me recuerda que aunque no haya perdido peso; mi cuerpo se ha acoplado al peso que marca la báscula. Y no puedo evitar sino sonreír.

Últimamente no escribo muchas entradas, pero es porque le he estado dando vueltas al tema y realmente... ya está todo dicho. Simplemente puedo ir actualizando esto acorde a lo que voy perdiendo y cómo me voy encontrando - y también en el caso de que surgiera un tema que no haya comentado. Por eso os digo que si queréis que debata algún tema, si queréis que escriba sobre algo... no dudéis en hacérmelo saber en los comentarios (lugar donde contesto a TODO y a todos, si es que me necesitáis para algo), porque estaré encantada de hacer una entrada al respecto.

Que no hayan entradas diarias no significa que no esté. Siempre estoy. Si me necesitáis... ¡ya sabéis! Muchísimo ánimo para cada uno/a que se encuentre luchando para alcanzar la vida que siempre ha querido tener. Se puede conseguir. Y os lo dice una persona que llevaba estancada en el mismo modo de vida desde que era una niña, pensando que la vida que siempre he querido tener tan solo se hallaba en mis sueños... Nada más lejos de la realidad.

sábado, 19 de octubre de 2013

Obsesión





Estoy a un par de kilos de empezar la recta de los 80. Y sin embargo, aún no tengo claro si voy por el buen camino.

Estoy empezando a sentirme de una manera… que en cierto modo me asusta. Desde el segundo exacto que dejé los 100 kilos atrás, me he transformado en un ser sediento de perder kilos. De pesarme al finalizar la semana, y necesitar ver mínimo un kilo menos. Y en el caso de que no sea así, arreglármelas como sea para perder lo que me falta en un par de días.
  
Últimamente veo cualquier reflejo de mi persona (ya sea en una ventana, puerta, espejo) y tengo que desviar la vista rápidamente porque me pongo de malhumor: “Si ahora peso 92 kilos, y me veo enorme, ¿cómo cojones podía vivir pesando 118?” me repito una y otra vez. Hay días que examino mi cuerpo, y tan solo me apetece adoptar un estilo de vida vegano hasta llegar a los 60 kilos.




Y sí, puede que me esté obsesionando… Pero quizás es el comportamiento que mi yo interno adopta automáticamente al ver que después de 10 años por fin estoy cumpliendo mis metas; sin excusas, y sin volver a empezar; porque simplemente, no he parado.

Quiero perder peso, y perder, y perder, y perder… Y quizás mi preocupación esté en que si ahora no veo los resultados (al menos física-visualmente, lo noto muy poco. Pero sí lo noto en la ropa), jamás los llegue a ver como yo quiero verlos. He escrito esta última frase no muy convencida y con los dientes apretados, porque que los llegaré a ver… Pero aún me queda camino por recorrer. Y me refiero a que; una persona que pese 100 kilos, si pierde 10, es como una persona que pesa 70 kilos y pierde 3. Puede empezar a notar los resultados en la ropa interior y etcétera, pero visualmente tendrá que esperar un poco más. Tened en cuenta, que una persona que supera la barrera de los 100 kilos (y contando con que mida unos 1’65cm) tiene en su cuerpo más de 40 kilos de grasa sobrantes. No va a empezar a verse “bien”, como de verdad quiere verse y con todas las letras, hasta que no haya perdido mínimo la mitad.




Pero ojo, tampoco estoy diciendo que quiero perder 50 kilos y pesar 40 y subir fotos de mis huesos diciendo que aún me veo gorda. No. Solo ansío desorbitadamente llegar ya a los 80; porque después vendrán los 70… y los 60. Y repito; ansío desorbitadamente. Hoy por hoy, me controlo, y creo que soy suficientemente inteligente para saber cómo hacerlo. Pero temo que uno de esos días en que me vea reflejada en algún lugar, mi chip interno cambie.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Nueva era



El día que me pesé y logré superar y romper la pesada barrera de los 100kg... me sentí diferente, poderosa, y tremendamente satisfecha conmigo misma.
Bien es cierto, que no fue la meta que me propuse para el 1 de Septiembre, pero estoy contenta con los resultados, y no hay necesidad de correr si andando se va por el buen camino.

El 1 de Septiembre fue un cambio, tanto referido al peso, como en mi modo de vida; llevo desde ese día saliendo todos los días a hacer deporte, es la primera vez que tengo la suficiente fuerza de voluntad como para añadirle a la alimentación ejercicio diario non-stop. Y si hay un día que se decide descansar, una buena opción para no acabar vegetando en la cama todo el dia, es hacer unas cuantas flexiones, abdominales, y demás ejercicios musculares, que bien nos ayudarán para tonificar y poner en forma y en su sitio las carnes conforme vayamos perdiendo peso...

Estoy en un punto que sí... ¡empiezo a oler la Nueva era!
Muchísimo ánimo para todo/as, simplemente necesitáis encontrar esa motivación, como bien contestaba en un comentario en mi anterior entrada... La motivación es lo único que os dará la mano para levantaros en esos días cabizbajos.
 

viernes, 16 de agosto de 2013

Posibilidad de rechazo



Estoy con un debate interno permanente, y más últimamente, porque me ha dado por ver películas. Las “típicas” con “típicas” tías buenas y “típicas” actitudes de que hagan lo que hagan conseguirán sin ningún esfuerzo al “típico” protagonista. O por el contrario, es el protagonista, “típico” normalucho, que puede llevarse a la “típica” tía que cuesta encontrarle los dos dedos de frente, solamente siendo él mismo y demostrando que la belleza está en el “típico” interior… Pero solo cuando el prota es un tío. Muy típico todo. ¿Hay alguna película hoy en día que no sea típica y que el prota no obtenga como trofeo, a mujeres retrasadas?


Quizás es que me quema especialmente esa realidad que intentan vender en calidad cine. Porque luego, se quiera o no, el pueblo borrego capta esos ideales y los transforma al verdadero mundo real, en donde da igual que el tío sea gordo, feo y que solo piense en sexo, que podrá llegar a camelarse a una chica de buen ver. Pero... ¡Protesto señoría! ¿Qué pasa al revés? ¿Acaso estaría bien visto que una gorda adoptara las actitudes del caso anterior, sin ser rechazada? Si una chica de buen ver rechaza al gordo, es una “puta superficial”, y demás calificativos bien hermosos. Si un chico de buen ver rechaza a la gorda. ¿Qué es? Después de todo habrá que condenar a la chica obesa por haber tenido la osadía de siquiera pensar que podría haber tenido algún tipo de oportunidad.

 
Y luego me paro a pensar… ¿Y si lo que me inunda no es rabia por los cánones expuestos, sino envidia? ¿Tengo envidia de las típicas tías infumables que salen en películas y que pueden llevarse a cualquier tío al catre, en los primeros cinco minutos, y que el tío acceda cual oveja con enfermedades mentales? Puede ser. Porque al fin y al cabo, hoy en día, no encuentro una realidad más diferente que la que aparecen en las películas (bueno, sin tiros y todo eso “cienciaficcional”). A toda mujer le gusta ser deseada. No digo lo contrario. Pero otra cosa muy distinta es ser un objeto sexual de cine para atraer en masa al público en celo masculino.


 Me cuesta mucho encontrar películas que de verdad me ilusionen. Por eso cuando encontré la serie “My Mad Fat Diary” sentí la necesidad de compartirla con vosotras/os, porque te abre ese pequeño rayito de esperanza más allá del muro de la superficialidad
Y tampoco estoy demandando que hagan más películas en donde la prota sea gorda y tenga a un séquito de tíos buenorrísimos detrás. Solo que dentro de esas 100 películas típicamente iguales que hacen cada año, hayan un par en el que el género femenino sea “normal” y no actrices sacadas de la industria porno. Ejemplo de ello fue “La proposición”, una película que sí, puede ser la típica “comedia romántica americana” de primeras, pero que me encantó y me vería cincuenta veces más. La protagonista no es ni más ni menos que Sandra Bullock, que lejos de ser la típica tía buena, es una mujer normal y corriente, que arreglándose mejora sus virtudes. Y joder, , me encantó la película. Estuve todo el rato viendo cuánto le quedaba porque NO quería que acabase. Es la primera vez que me pasa con una película, porque también fue la primera vez que me transmitía esa “atípica” anormalidad de lo no-típico en una película. La primera vez que no me tenía que asquear porque los protas se enamoren nada más empezar, y ver agradablemente que no existe esa atracción sexual nada más cruzar la puerta del despacho. Saber que existe riesgo de rechazo. Esa es la clave, señores. Es lo que hace más falta en el cine hoy en día. Posibilidad de rechazo. Como en la vida misma.


martes, 13 de agosto de 2013

Problemas aparcados


    "Y el principe, nunca apareció..."

Como bien digo en el título, aparquemos el tema principe a un lado. Porque lo que verdaderamente tiene importancia en decirse es que... Me queda un suspiro para atravesar la barrera de los 100 kilos, y jamás he estado más orgullosa de mí misma, y de lo que he conseguido, que ahora. 

Prácticamente 20kg perdidos desde que decidí empezar una lucha constante, con bajones pero sin pausas, contra la obesidad.

Espero que a vosotr@s os esté yendo incluso mejor, superando día a día esas pequeñas metas que os proponéis. ¡Hasta la vista!

domingo, 4 de agosto de 2013

Problemas





Para quien haya solido venir a leerme en más de una ocasión, sabrá que hace tiempo escribí una entrada, llamada “El hombre, ese gran desconocido”, en el que explicaba cómo un amigo de una amiga mía se interesó en conocerme por verme en fotos de redes sociales. Si no la has leído y te importa mínimamente esta entrada, porque te aburres o no tienes otra cosa mejor que hacer que leer a la extraña Bradshaw, te aconsejaría leer esa entrada antes para enterarte un poco del percal.

Hace poco conocí a Eric. Sí, en persona. Yo creo que sobreviví porque estaba borracha. Prácticamente nunca me ha dado por salir por miedo a que me vean y que me juzguen, pero esa noche salí a por todas y sin ningún complejo encima (aún no sé el truco… cuando me entere, os lo contaré). Y digo que sobreviví estando en ese estado porque, si no hubiera tenido ese mínimo de chispeo en el cuerpo, probablemente no me hubiera atrevido ni a girar la esquina donde se encontraba.

Fue un encuentro… extraño. Más bien fuimos por mi amiga Zara, que hacía tiempo que no le veía y oh, qué casualidad, recibió un whatsapp de él diciéndole que andaba por la zona. Así que cuando Zara nos comentó el acto de ir a verle, no se me subió nada a la garganta porque básicamente iba ciega de cojones.

Lo poco que recuerdo… era su mirada atravesándome, pero por la mitad. Para las chicas que normalmente estén acostumbradas a ligar y tengan un cuerpito modesto, sabrán qué clase de mirada es esa. Porque es la típica mirada de cuando le puedes llegar a interesar a un tío. Y más cuando estamos rodeados de gente y haga lo que haga siempre tiene un ojo puesto en ti, descaradamente.

El encuentro solo duró unos cinco minutos o diez, porque con las mismas él entró al bar donde estaba y nosotros seguimos nuestra ruta de alcohol, pero…  Fueron suficientes como para estar creándome la película de mi vida. Sabía que en el fondo hubo una temporada pasada en la que quiso conocerme y que le atraía visualmente (hablemos de la cara, porque en su momento poco más pudo ver), y sumado a lo que estaba viviendo en ese momento… Fue lo que me hizo perder la cordura (la poca que me quedaba). Aparte, es el tipo de chico que te atrae por cómo es personalmente (típico malote rebelde protector, que pasa de novias pero suele tener aventuras bastante amenudo, y que extrañamente te atrae que sea así), independientemente de cómo esté físicamente (que nada mal.)

Todo esto viene porque el Sábado que viene lo voy a volver a tener que ver sí o sí. Y puede que el encuentro dure algo más de 10 minutos. Y yo ya estoy con el nudo en la garganta enlazado con el estómago por ese momento. ¿Por qué? Porque me creo falsas expectativas. Desearía ponerme mis mejores galas, e ir divina solo para que ese día me besara apasionadamente (¡Mi primer beso, por Dios!). Me conformo con ese día. Me conformo con entregarme a ese chico (al primer chico de mi vida) de la manera más light que existe. Porque nada deseo más que sentirme deseada, y poder llegar a atraer a alguien del sexo opuesto y de mi misma edad.

Pero mi parte realista me azota duramente… Todo lo anterior es lo que mi cabeza soñadora me está haciendo repetir en mi interior cual runrún, para alimentar toda esta fantasía y motivarme a perder 50kg para el Sábado y verme radiante. Pero… ¿Y si solo me estaba mirando porque estaba flipando que la tía que le pudo atraer en una foto, daba un asquete tremendo? Jajajajajajaja. Y que realmente me vea y pase de mi cara ese día. Que ni siquiera hablemos… No lo sé, por poder, es posible… Pero soy tan jodidamente masoca, no lo sabéis bien. El hecho de alimentar mi cerebro a fantasía pura aun a sabiendas que luego no puede pasar nada, me hace sentir plena y feliz, como si en cierta manera por pensar todas las posibles opciones que pudieran pasar las hicieran más reales, o más factibles.

También es lo que he estado haciendo toda mi vida… Soñar. No puedo cambiar ese hábito tan importante.

Supongo que ya os contaré el tercer capítulo de este culebrón. Con final triste, o feliz. Porque para bien o para mal, el Sábado será un final (dudo volverle a ver en un futuro, al menos de forma segura.)

Con respecto al peso, no me he pesado este fin de semana pasado, prefiero pesarme directamente el Sábado por la mañana, y poner todo lo que he perdido el Domingo + último capítulo de la telenovela.

¡Que os vaya bien, y sed felices!

miércoles, 24 de julio de 2013

Summer

"No importa lo lento que vayas, siempre y cuando no te detengas."




No he escrito mucho últimamente porque he pasado por una etapa algo malilla personalmente, aparte de que he estado viajando nada más coger las vacaciones de verano. Siento mucho esta ausencia. Aunque ya sabréis que no he dejado de pasar por aquí para leer vuestros comentarios y contestarlos.

Quiero comentar mi progreso y mi actitud con respecto al peso.
 
Llevo un mes con un parón bastante importante, no he engordado ni un solo gramo, pero tampoco he adelgazado. Puede deberse a esta etapa de la que he hablado antes, o al menos en su mayor parte.
Pero ya me he recuperado y tengo la intención y meta de que el 1 de Septiembre me pese y que lo que me separe de la recta de los 80kg sea un máximo de 5kg por arriba (es decir, 95).

Esta semana he comenzado a añadir deporte (unos 40 minutos al día) y variedad de comida a mi dieta. He de decir que hacía como cinco siglos que no movía un músculo para hacer ejercicio en condiciones, y que aunque me costara horrores (mi respiración se desequilibraba con bastante facilidad, y tenía que hacer muchos parones porque si no me daba un alguito), tras la sesión, pude disfrutar de algo que había olvidado: la satisfacción del esfuerzo mientras el sudor recorre tu espalda gratificantemente. Saber que el tiempo que has estado ocupada en hacer sentadillas, abdominales, y demás ejercicios han servido para quemar grasa de tu cuerpo, y nada más.




Quiero ver si tengo mejores resultados cuando me pese el domingo, espero ansiosa que así sea. De ser así, haré una entrada comentándolo, de no serlo… Me tiraré por un puente. Pero tranquilos, que habrá entrada también.

Espero que estéis teniendo un gran verano, y que si tenéis metas, ¡las vayáis cumpliendo poquito a poco y sin pausa!

miércoles, 26 de junio de 2013

Criss



He visto alguna foto de esta chica navegando por internet, pero hace poco di con el resto de sus fotos y es admirable el cambio logrado, y lo mejor es el aspecto saludable que desprende.

Su nombre es Criss, vive en Lousianna y ha conseguido perder más de 27 kilos en dos años y medio.
















Creo que siempre es mucho más inspiracional ponerle rostro al caso en cuestión, personificándolo para aún más aferrarnos a la idea de que es posible y se puede lograr siendo dedicada y echándole un par.

Y sí, esta chica tiene "marcas", y las enseña con el total orgullo que debería al haber conseguido lo que ha conseguido. Nadie es perfecto.


 

Bradshaw

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...