"No trates de entender todo. A veces no se trata de entender, sino de aceptar."
Estoy jodida.
Creo que es la conclusión más aproximada a la que
puedo acercarme en esta etapa de mi vida.
O quizás es que la vida en sí es jodida. También
podría darse el caso.
¿Qué está siendo de la vida de Bradshaw? Estoy a
unos cuantos gramos de empezar la recta de los 60 kilos, estoy intentando
tonificar toda la piel sobrante de mi cuerpo, no he vuelto a darme ningún
atracón de comida más allá de los límites de la normalidad, no suelo tener
ansiedad en ese aspecto y, cuando la tengo, sé cómo equilibrarla… etecé, etecé,
etecé.
Creo que lo anterior en sí, resume mi vida
gastronómica y similares. ¿Y por lo demás? Bueno. No sabría exactamente cómo
explicarlo… Quizás es que tampoco tenga mucha explicación.
Creo que… me estoy enamorando. Y en realidad sería
por primera vez. La gente que me haya solido leer en alguna otra ocasión,
tendrá una ligera idea de lo que en sí ha sido mi vida amorosa. Lo más que he
aspirado a tener son ligeros “enchochamientos” que no desembocaban en nada
porque, mis miedos, inseguridades y fronteras así lo impedían. (Y puede también
que, porque siendo honesta, sabía que me daría de bruces contra el rechazo.)
Y bueno… La cuestión es que es complicado. Pero no
es este tipo de complicación de “es complicado; él vive en Pontevedra, yo en
Lugo y las líneas de bus están caras últimamente.” No. Me refiero a… que es
complicado. De verdad.
Jamás pensé que pudiera llegar a sentir que…
dependo tanto de una persona. Siempre he sido alguien que ha tenido un gran “vacío”
cuando hablamos de afecto. He experimentado mucho rechazo y muchos abandonos
por parte de gente que prometió que no lo haría. Tengo la confianza algo tocada
en ese aspecto. Pero… cuando aparece alguien que te hace creer que es diferente,
y no solo creer, sino que te demuestra que lo es… ¿cómo no te aferras? ¿Cómo no
puedes depender de algo así? ¿Cómo podría tener la más mínima duda, de que
sabiendo lo mucho que me han fallado, y la poca suerte que he tenido
afectivamente, y de lo que ANSÍO, apareciera alguien así en mi vida y pretender
NO ilusionarme?
El problema de tener necesidad afectiva, es que si
dependes de alguien, al menos tan intensamente, entregas cada milímetro de ti y
pueden destrozarte. Literalmente. Pueden arrebatarte absolutamente todo. Porque
te obsesionas, porque tienes miedo de ser reemplazada, de que ese “algo” que
puede existir entre vosotros se evapore mañana. Miedo de saber que, la gente
que al contrario que tú, ha experimentado emociones pero han derivado en
fracaso; tiene más facilidad de romper vínculos con personas y que no le afecte
de la misma manera que podría afectar a alguien tan necesitado como tú.
Miedo, quizás. Terror y pavor. Todo podría
resumirse en esas palabras. Tengo miedo a que me rompan el corazón por primera
vez. Tengo miedo, por no haber sido capaz de controlar mis emociones y
sentimientos, de no haber puesto límites fronterizos, y de que mi felicidad, globalmente
hablando, dependa de solo una persona. De una persona que está jodida como yo.
Pero quizás en otros niveles algo más extremos. De una persona que, ha
experimentado tanta mierda, que simplemente se la sude todo. Y no tenga reparos
a la hora de la verdad de bajarse del barco, y dejarme ahí dentro, navegando
por mi cuenta. Y perdida. Sin saber qué hacer, ni a dónde ir.
Y cuando eres consciente de que todo ha llegado
tan lejos… ¿Cómo rectificas? Y lo peor de todo; ¿cómo rectificas si en el fondo
no quieres hacerlo? Temes que todo acabe explotando y en llamas, con todos
muertos, pero aun así… te niegas a desprenderte de esa tortura. Quizás sea
masoquista. Quizás todos, en mayor o menor medida, lo seamos. O quizás es que…
simplemente tengo esperanza. Esperanza de encontrar algún atisbo de vida tras
un incendio. Esperanza de que, aunque el freno esté jodido, el coche se detenga
a centímetros escasos de colisionar contra algo.
Jamás pensé que todo esto de enamorarte, de crear
vínculos más estrechos con alguien… fuera realmente tan complicado. ¿Quizás
somos nosotros mismos los que lo complicamos todo? Puede que las cosas no sean
tan complicadas objetivamente hablando, algunas veces. Pero no pretendas que
alguien daltónico pueda ser objetivo en los colores de un cuadro…
Y eso me lleva a otros temas más complicados. Por
ejemplo, siempre he solido ver en esos casos de violencia doméstica esa facilidad
de decir “¿¡pero por qué no le deja?!” “si sigue con él tras todo lo que le ha
hecho, simplemente se lo merece.” Pero… probablemente y solo ahora, puedo
llegar a entender de algún modo a esa persona que se niega a abandonar a alguien
tan tóxico. Existe el miedo, las represalias, sí. Pero también están otros
casos… como el estar emocionalmente atado. El que tengas esperanza de que todo
pueda funcionar de alguna manera, si es que hay algún problema. De que estés
completamente segura, de que jamás encontrarás a nadie como él. De que jamás
nadie te querrá como él, aunque en el fondo, te esté matando lentamente.
Simplemente no ves más allá, porque estás cegada. Emocionalmente cegada. Y
excusas absolutamente todo. Excusas el daño, el sufrimiento, el dolor…
Simplemente buscas una manera de que el amor que sientes hacia una persona,
tenga sentido.
Supongo que, quizás, siempre había crecido con la
idea de que nunca me iba a enamorar. Puede que lo hubiera aceptado de alguna manera. De que todo siempre se basaría en libros,
cantantes y celebridades, en chicos aleatorios que pudieras encontrarte por la
calle, o en tu clase. De que ese “amor platónico” sería de lo único que viviría
afectivamente, de mi imaginación, dando por hecho que jamás experimentaría algo
más… allá. Pero a veces simplemente pasa, algo estalla delante de tus narices y
acabas impregnada hasta la médula. ¿Cómo luchas contra algo así? ¿Cómo luchas
contra algo que sabes que es peligroso, pero a la vez e irónicamente, es lo
único que te motiva en tu día a día?
Vaya mierda de vida, señores. Esa es mi
conclusión.
Buenos días.